martes, 10 de julio de 2012

A tan sólo unas horas...

Ayer, para tranquilizar un poco más a mi madre, decidí ponerme con ella delante del ordenador y mostrarle imágenes e información sobre Brasilia. No sé si lo conseguí, y tal vez lo que escriba a continuación no ayude, pero esa búsqueda me sirvió para aclarar algunas cosillas.



Durante estos días ya había escuchado alguna que otra vez la frase de: ¿De cooperación a Brasilia? ¡Pero si es una ciudad nueva! ¿Hay pobreza?

Brasilia comenzó a construirse en 1956 y se ha convertido en la capital federal de Brasil. En 1987 fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, convirtiéndose en la única construida en el siglo XX que tenía esta categorización. Pones en Google “imágenes Brasilia” y todo lo que ves son edificios modernistas, fuentes, puentes, la famosa Catedral Metropolitana de Nuestra Señora Aparecida, etc. Yo me empezaba a asustar, porque pensé que me encontraría marcianitos por las calles, gente vestida con trajes plateados o algo así… Pues todo lo que leía era maravilloso, moderno y vanguardista. ¿Qué iba a hacer yo allí? Pero al final encontré algo sobre la verdadera situación de la población.

Cuando se planteó el proyecto de creación, se quería construir una ciudad sin divisiones de clases. Pero hoy la realidad es otra. Con una población aproximada de 2,5 millones de habitantes, las notables diferencias entre barrios son cada vez más presentes. Es una ciudad de contrastes donde encuentras el lago artificial Paranoá, con 42 km cuadrados, a una inmensa favela de un millón de pobres que aún no tienen agua corriente. En estos barrios la renta per cápita no supera los 800 reales (321€). Son asentamientos donde viven los hijos y nietos de los miles de trabajadores que se desplazaron allí hace 50 años para construir el milagro de Brasilia. Y allí estaré yo.

Me quedan 5 horas para coger el avión y un largo viaje por delante. Pero quiero llegar, ver la verdadera situación, adentrarme en sus calles y descubrir a sus protagonistas. Quiero moverme, ayudar, aprender, ver que mi trabajo tiene una recompensa y creo que lo conseguiré. Por lo menos ganas no me faltan…

La próxima entrada ya será desde Brasilia y os podré contar las primeras impresiones.

Hasta pronto

"Se es lo que se es, lo que siempre se ha sido. Se siente lo que se siente, tenga o no tenga evidente sentido..."








No hay comentarios:

Publicar un comentario