Tras un
día entero de avión en avión, corriendo por los aeropuerto para no perder las
escalas y realizar varias facturaciones de maleta que yo desconocía… ¡ya estoy
en Brasilia!
La
primera toma de contacto la tuve en Sao Paulo. Yo tan tranquila pensando que mi
maleta iba directa a Brasilia y mi compañero de viaje me dice que no es así.
Que debía cogerla y facturarla de nuevo. Bien María, comienza tu interpretación
del brasileño y tu lenguaje de signos internacional. Al final conseguí que mi maleta viajase, que
yo tuviese mi asiento en el avión y que llegásemos sin problemas a nuestro
destino final.
Cuando aterricé
en el aeropuerto ya me estaba esperando la Irma (Hermana), fue fácil
reconocerla, pues el hábito RMI es internacional. Fue el momento en el que por
fin vi Brasil sin ventanas de por medio.
Desde el avión pude comprobar el diseño de la ciudad, que ya os comenté
en la anterior entrada. Todas las lucecitas estaban perfectamente colocadas
formando cuadrículas milimetradas, no había una que se saliese del orden y de
la estética de la ciudad.
Al
llegar a la casa me enseñaron mi habitación. Era perfecta. Me habían colocado
unas toallas en forma de flor, unas tarjetas dándome la bienvenida y una planta
llena de flores. Junto con la hermana, cené algo y conocí a otra más. Inciso:
no pongo los nombres de las hermanas porque aún las confundo… dadme tiempo. Me
explicaron el funcionamiento de la casa. Tienen una residencia de estudiantes
con 120 chicas y por las tardes el proyecto con los niños. En esta casa son
sólo 5 hermanas y 2 de ellas ya son mayores. Después de una breve conversación
con ellas me fui a dormir.
Hoy ha
sido mi día de adaptación. Tengo que reconocer que estoy un poco perdida con el
cambio de horario. Pero después de comer ¡he visto a los niñ@s! Son pequeños,
de 6 años la mayoría. Cuando termina el cole vienen directamente aquí, donde
comen y por la tarde hacen actividades. Pero hoy apenas he estado con ellos. He
ido al aeropuerto con otra hermana a recoger a la superiora de la casa, Irma
Susete.
Mi día
de hoy no ha sido el más emocionante: conocer la casa, explicarme el funcionamiento e ir
adaptando mi oído a la nueva lengua. Hay una hermana mayor, María Cruz, que es
española y tiene 85 años. ¡Es genial! He hecho un trato con ella, yo cocino
algún día comida española y ella me enseña brasileiro.
Hasta
pronto
“Somos
o que fazemos, mas somos, principalmente, o que fazemos para mudar o que somos”
Eduardo Galeano (Frase de una de las tarjetas que me han
regalado)
“Somos lo que hacemos, pero somos, principalmente lo que hacemos
para cambiar lo que somos”
Maríaaaaaaa!!!!! Un abrazo enorme.... dale un besazo a las hermanas y a los pequeños, aunque no conoceré a muchos...
ResponderEliminarGracias Lupe. No te preocupes que yo trasmito tus besos y abrazos ;)
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