Buenas noches a tod@s. Aquí estoy de nuevo, escribiendo en
el blog que tenía un poco abandonado. Hace cuatro meses cerré un pequeño
episodio de mi vida. Una experiencia única, en la cual fui una más del
proyecto, aprendí muchísimo y que hoy echo tanto de menos. ¡Eu voltarei,
Brasilia!
Pero mañana empieza otro nuevo capítulo. A las 10h estaré
cogiendo un avión con destino Helsinki ¡Los pingüinos me esperan! Desde allí me
trasladaré a Kotka, mi nuevo lugar de residencia por un año. Nuevas calles,
rincones por descubrir, una nueva cultura a la que adaptarse, personas por
conocer y un nuevo proyecto en el que colaborar. Estos meses mi vida era pura
monotonía. Sin una rutina diaria, sin tener que ir a clases y con la
desesperación de buscar algo que hacer en mi vida. Volvería a poner de nuevo que todo esto es por culpa de la
crisis, que es una pena que los jóvenes tengamos que emigrar para conseguir
algo, que qué mal va el país y bla bla bla. Estoy algo cansada de escuchar una
y otra vez ese discurso, aunque no le quito nada de razón. Pero ante la
dificultad, debemos reinventarnos, movernos, movilizarnos. Cada uno a su forma,
estando más cerca o más lejos. Buscando los pasadizos y atajos necesarios para conseguir
alcanzar nuestra propia felicidad. Y aquí
estoy nuevamente, ante este reto, lleno de incertidumbres, pero con mucha ilusión
y ganas de comenzar.
Os iré narrando mis nuevas aventuras, mis sorpresas y descubrimientos, alguna que otra reflexión, etc. Una forma de mantener el contacto con vosotr@s. Y como os he ido diciendo estos días: estaré bien, no os preocupéis. Voy a disfrutar e intentar aprovechar al máximo esta experiencia. Estaré lejos, pero no me olvidaré de cada un@ de vosotr@s. Al igual que tod@s me deseáis lo mejor en este año, yo sólo espero que por aquí las cosas sigan igual o mejor. Que disfrutéis de cada momento, sonriáis todo lo que podáis y seáis felices hasta el extremo.
Nos vemos a la vuelta, pero por ahora sólo me queda decir…
Hasta pronto