Buenas noches a tod@s. Antes de
que digáis nada, soy consciente de que estoy escribiendo poco, pero entended
que en mi vida también existe la monotonía jajaja y para contaros cómo es un
día normal… no creo que tengáis mucho interés en ello.
Pero lo que sí os puedo contar
son pequeñas cosillas que han ido pasando en este tiempo.
¿Conocéis esa sensación de
sentiros bien en un lugar? ¿De decir: “qué bien estoy!”? Desde el jueves estoy
de puente, por fin, ya me tocaba a mí también ¿no? Tiempo para hacer alguna
cosilla, descansar, ir a correr, pasear, etc. Afortunadamente el sol nos está
visitando estos días y se puede disfrutar aún más. He empezado a descubrir
Finlandia en primavera, sin nieve, hielo, con el cielo azul y el ansiado estado
líquido del mar. Kotka es una ciudad para pasear cerca del mar, sentarte en un
banco a disfrutar de un agradable libro y esperar a ver el atardecer. Suena un
poco bohemio, pero es verdad. El otro día paseando por la playita que tenemos,
pensé “¡pero qué bien se está!” y me di cuenta de que eso significa que estoy a
gusto, disfrutando y sintiendo dónde estoy.
Con la llegada del buen tiempo,
han empezado a aparecer los barcos. Todo el mundo tiene un barco más grande o
más pequeño, de remos o a motor, con vela o sin ella… Son como los caracoles,
con el sol, salen. Cada día que salgo a pasear, en el parque que tengo cerca de
casa, descubro algo nuevo, estatuas que con la nieve no veía, cascadas
preciosas, nuevos colores de flores que van apareciendo, los patos que empiezan
a invadir los lagos. Pero sin duda, lo que más me llama la atención, es el
cambio tan rápido que estamos teniendo con las horas de luz. Para que os hagáis
una idea, más o menos, a día de hoy, anochece a eso de las 23:15h y amanece a
las 4:00h de la madrugada. ¿Qué significa esto? ¡Qué nos estamos quedando sin
noche! En unas pocas semanas el sol no desaparecerá en todo el día y
particularmente, yo, ya estoy acostumbrándome a usar el antifaz.
Voluntarios |
En el trabajo, las cosas siguen más
o menos igual. Voy rotando por los distintos centros juveniles, aunque estas últimas
semanas he estado más tiempo en Greippi (centro juvenil de Kotka). Cada vez
tengo mayor cercanía con mis compañeros de trabajo y con los jóvenes. Ahora ya
comienzan semanas de más actividad pues tenemos que empezar a organizar los
campamentos que vamos a tener en verano. Mi cabeza de nuevo está rebuscando en los
archivos de dinámicas, manualidades y juegos para hacer. Algunos ya sabéis que
a finales de Agosto cambio de ciudad y de centros juveniles. Empezaré a vivir
en Pyhtää y ya he tenido la posibilidad de estar allí un día para conocer mi
futuro lugar de trabajo y compañeros… y tengo que reconocer que pinta muy bien.
Sólo me falta conocer a la familia con la que voy a convivir durante unos
meses.
Con Astrid |
Hace unas semanas, también tuve la visita de otra voluntaria española, Astrid. Ayer regresó ya a España. Es de esas personas con las que sólo conviviendo unos días
parece que la conoces de toda la vida. Disfrutamos de un fin de semana estupendo, viendo la ciudad, paseando. Espero que ahora allí te vaya todo muy muy bien y que te echaré de menos!!!
No os he mencionado a Ana (la
otra Cano, pues compartimos apellido), española, de Jaén a más no poder, que anda por estas tierras. Es estudiante de
intercambio. La conocí en las clases de finés y la verdad es que hemos hecho
muy buenas migas. Una vez a la semana nos reunimos en casa, comemos juntas y así
me enseña algunas cosillas del país (ella está aquí desde Agosto). El otro día
tuvimos la suerte de disfrutar del sol y de sentarnos en la primera terracita “veraniega”
de Kotka. Pongo las comillas porque el tinto de verano que me tomaría en una
terraza en Buitrago lo he cambiado por un té o un café, que aquí aún se
agradece.
Espero que por allí todo siga más
o menos bien, porque leyendo los periódicos y viendo las noticias, uno ya no
sabe qué pensar ni qué decir.
Hasta pronto.
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